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martes, 17 de mayo de 2016

Intento al Vignemale 15 de Mayo.

Las cumbres del macizo de Vignemale emergen y se levantan al cielo convirtiendo su morada en un castillo casi inaccesible. Precipicios de más de 1000 metros se levantan desde el valle de Ara en el lado español, las paredes más impresionantes del pirineo  lo hacen desde el refugio de Oulettes dando la sensación de quimera. El único punto débil de este entramado de murallones y colmenas es el que deriva del valle de Ossoue pero que se cierra por el que un día fue el impresionante glaciar que hacía de guardían de las cumbres. El deshielo y las altas temperaturas del último siglo han hecho bajar la guardía de estos improvisados defensores de las cuevas de Rusell quienes a veces, pocas, permiten el paso de quienes osan subir a la morada de las diosas. Hacerlo por los corredores Moskova, Gaube o Cerbillona es cosa de los más expertos y preparados guerreros  y sólo si ella quiere.

Estaba claro que el 15 de Mayo Vignemale estaba para otros menesteres, guapa como nunca tras las últimas nevadas lucía su último traje de gala, blanco, hermoso, un vestido de baile que sólo iban a disfrutar sus compañeros Clout de Hont, Tapou, Petit o Cerbillonar ...""vosotros los humanos deberéis esperar, ahora no es el momento"".
Pero estábamos preparados para esta batalla desigual, sabíamos de las dificultades pero intentarlo merece la pena. Cuando llegamos al refugio de Lavaza , refugio no atendido y pequeño nos encontramos con la sorpresa......el mismo está ocupado por 2 chavales de mallorca y 4 montañeros de alicante. La palabra montañero implica ser solidario con los tuyos, aunar esfuerzos,  lejos de estos valores básicos los alicantinos se muestran cabreados por nuestra presencia, no somos bienvenidos incluso llegan a decirnos que en la parte que ellos ocupan sólo permitirán que uno de nosotros extienda su saco de dormir. Por fortuna la conducta de los de la isla es bien diferente y estos muestran una cara más afable. Organizamos la cena y los petates, 5 de los nuestros y los mallorquines dormirán en una de las habitaciones como sardinas en lata, en la otra Buba es el "afortunado" y yo acustumbrado a dormir al raso no seré un problema de convivencia.

 Tras copiosa cena mezcla de liofilizados, pastas varias, chicharrones, mortadelas y demás delicias nos vamos a la cama con la esperanza que el hombre del tiempo acierte con sus previsiones y mañana luzca el sol en el salón de fiestas del castillo. Otra vez, y no es la primera,  la predicción en montaña se equivoca a peor, claro está. Los alicantinos como era de esperar demuestran que el calificativo montañero les queda grande, abandonan sin intentar dar un paso y se vuelven a Bujaruelo. Nostros tenemos claro que a pesar de las dificultades al menos lo vamos a intentar y salimos a las 8.00 por el barranco de Lavaza ganando rápido altura, 400m en apenas una hora. La veterana del grupo Camino  progresa más lenta pero siempre cerca, su actitud es encomiable y siempre acompañada por Jose y el resto del grupo tras las oportunas paradas. A las 2 horas alcanzamos los primeros neveros a unos 2400m de altitud, restos de una avalancha que nos engaña ya que la nieve, en este tramo, está encondiciones lo que nos obliga a calzarnos los crampones.
Atravesamos los 100m de frente de esta avalancha y por fin entramos en la nieve virgen. En un momento sabremos que condiciones nos esperan de aquí a la cumbre. Las noticias no pueden ser peores, Buba se hunde una y otra vez hasta la cintura, no camina,  nada sobre el manto blanco. Le sustituyo y decido utilizar las 4 extremidades para repartir mejor el peso del cuerpo, parece que avanzo mejor, me siento realmente bien físicamente con una fuerza extraordinaria. Mis compañeros empiezan a quedar atrás, supero la penosa pala y empiezo a meterme en rampas más inclinadas donde no existe la estabilidad. En un momento dado meto mi pierna izquiera hasta la cintura el resto de mi ser queda colgado del precipicio, un enorme agujero amenaza con tragarme. Salgo de la trampa, busco otra alternativa. Abajo, ya lejos,  mis amigos me gritan,


 les escucho pero no les entiendo aunque viéndoles su via crucis se perfetamente que me quieren decir. La pared se inclina por momentos hasta el punto de obligarme a sacar el segundo piolet, la nieva ahora está dura, en ocasiones golpeo lajas de piedra que hay bajo de 10cm de nieve lo que me obliga a volver a rastrear, evitar la piedra, buscar metros de nieve más estable y fiable. 

Está claro que si subo a la cima lo haré sólo. Camino y Jose hace tiempo se han dado la vuelta y Enrique, Alfonso, Buba y Javier no paran de gritarme pero simulo no escucharles. He pasado la parte más dura, el cielo a veces parece abrirse pero al rato vuelve a nevar. Es el momento de tomar una decisión. Estoy a 2800m cerca de la Marmolera. Ante mi cabeza se muestran las grandes gestas del alpinismo, la de Herzog en el Annapurna, el Nanga Parbat de Messner por la vertiente de Rupal, la cara sur de Kuruzka  en el Lothse....




Grandes gestas pero todos perdieron algo, los dedos de las manos y los pies, un hermano, la vida..¿merece la pena? Y si decido subir..la parte más alta está cargadísima de nieve, mis compañeros fieles me esperarán muy preocupados en el refugio sin saber que hacer, la "proeza"  me llevará todavía 5 o 6 horas y ¿para qué? Es una decisión complicada que ya me retiene más de 10m parado con la nariz metida en el hielo sin saber que hacer. Finalmente creo que esta montaña merece sentir el calor humano en la cima, el escenario es demasiado bello para no bailar un vals y los vals se bailan con una pareja de baile. Me acuerdo de mi hijo, "como disfrutaría el condenado en este paraiso", miro hacía atrás, veo las cumbres de Panticosa por debajo de mi, despejadas de nubes, ¡que belleza, que inconmesurable paisaje, que bello es el pirineo!. quiero vivir muchos años para disfrutar de estas montañas, ahora me cuido más, apenas compito, se que llegaré a una edad avanzada a pleno pulmón. ¡¡Que bien has hecho Carlos Soria con tu ejemplo!!, no subiré ochomiles pero seguiré escalando montañas en alpes y pirineos.

Voy a descender no sin lágrimas en los ojos demorando hasta el infinito ese primer paso hacia abajo, el más triste pero el que me asegura que volveré a esta montaña mágica. La pendiente superior a los 50ª me obliga a hacerlo cara a la pared. Poco a poco pierdo altura, Buba permanece impasible allá abajo, fiel amigo me espera. No ha podido ser, los demás bajan despacio, esperándonos. somos un equipo, bajaremos todos juntos.  El pirineo coquetea y provoca, las nubes se disipan, las altas cumbres se rien de nosotros,  cascadas de aguas, rios de vida, paredes verticales, los contrafuertes de Ordesa, un placer para los sentidos  en nuestros camino hacia Bujaruelo. Estas montañas nunca decepcionan, son las montañas más bellas del mundo y nosotros tenemos la suerte de tenerlas cerca, muy cerca de casa. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que bonito. dan ganas de ir ahora mismo. muy bien explicado, engancha.

Torpedita dijo...

Me ha encantado la crónica, muy bonita Miki. Y volverás para lograr esa cima, sabía y dura decisión

miki dijo...

Gracias Conchi,han pasado dos dias y no puedo quitarme de la cabeza esa montaña. Es lo "malo" de ser alpinista...la obsesiòn