Se que muchos de nuestro seguidores se han sentido decepcionados este lunes ausentes de noticias e imágenes de la que iba a ser nuestra primera salida invernal del año. Y es que, aunque se anunciaba guerra en las alturas, moral no falta en la grupeta y más después de haber ingerido, entre masticazo de turrón y copazo de champan durante estas fiestas, las epopeyas de Kuruzca en su "Mundo Vertical" , santo y seña de Polonia, en eso de hacerse el loco en las peores condiciones que uno pueda imaginar y llevarse por delante a más de un compañero. ¿Íbamos nosotros a ser menos?
Así que para las 8.oo irrumpíamos en Valesquí con la idea de abrirnos paso entre la niebla y los esquiadores hasta Valdemartín , donde nuestros cosacos lustrarían el acero de sus piolets para escalar por su helado corredor norte. Pero para cuando salíamos de los coches dispuestos de pertecharnos , una ráfaga de viento lanza al bueno de Alfonso contra la exagerada valla de la estación. Tras minutos de trabajo, congelados y viendo la imposibilidad del asunto que no es otro que arrancarlo de las garras metálicas de esa tela de araña decidimos dejar la cosa para más tarde y dar un volteo por el nuevo bar de Valdesquí, bastante más agradable que el anterior donde unas amables y mentirosillas azafatas nos animan a sacar nuestros fortfaits con el argumento que para las 10 lucíría el sol y reinaría la calma. Ya con la tripa caliente del café aparece Alfonso que se ha liberado del coscorrón gracias a la inestimable ayuda de unos turistas ingleses que andaban por la península jugando al golf y tomando ginebras y que sin saber como habían pasado de la discoteca a esta España invernal y austera. Pasado el cabreo del amigo, debatimos sobre que hacer, se abre un amplio decálogo sobre el montañismo, las grandes gestas, lo incómodo de la meteo pero no llegamos a un acuerdo hasta que el benjamín del grupo pone algo de cordura entre tanta insensatez. ¿Que sentido tiene andar por allá arriba con vientos de 80km /h, visibilidad cero y temperaturas de -8 con sensación térmica de -35º? ¡Y algún insensato todavía dice que la juventud española anda perdida, y sin valores! . La idea de sustituir crampones por pies de gato ,porque seguro que al otro lado de la cordillera reina el sol y las altas temperatura,.....no cala. Y como los madriles tienen ganas de amortizar el madrugón, el combustible y el enano mini no se les ocurre otra cosa que proponer algo como menear el esqueleto para decirles luego a las partientas, que nuestra ausencia de casa ha merecido la pena. Así que de esta guisa nos vemos dando una vuelta hasta la laguna de Peñalara, y refugio de Zabala donde nos encontramos un jóven recién levantado con la cara hinchada y ensangrentada quien nos intenta convencer de que su aspecto se debe a la leche que se ha cascado la noche anterior contra el hielo y en plena noche mientras intentaban alcanzar el edificio......(como si fuéramos ímbeciles de creernos semejante patraña y más viendo ,con dificultad por la humareda del "tabaco, " amotinadas varias botellas de alcohol vacias en las ventanas del refugio). Así que tras meternos pa el body un sopón de tres pares de narices y una pulguita de peti de fua continúamos la marcha entre resbalón, rafagazo de viento y alguna que otra leche hasta el Ibon, el de Lali y Enrique, donde por fin, empezamos a disfrutar del domingo. Continuará.....
Así que para las 8.oo irrumpíamos en Valesquí con la idea de abrirnos paso entre la niebla y los esquiadores hasta Valdemartín , donde nuestros cosacos lustrarían el acero de sus piolets para escalar por su helado corredor norte. Pero para cuando salíamos de los coches dispuestos de pertecharnos , una ráfaga de viento lanza al bueno de Alfonso contra la exagerada valla de la estación. Tras minutos de trabajo, congelados y viendo la imposibilidad del asunto que no es otro que arrancarlo de las garras metálicas de esa tela de araña decidimos dejar la cosa para más tarde y dar un volteo por el nuevo bar de Valdesquí, bastante más agradable que el anterior donde unas amables y mentirosillas azafatas nos animan a sacar nuestros fortfaits con el argumento que para las 10 lucíría el sol y reinaría la calma. Ya con la tripa caliente del café aparece Alfonso que se ha liberado del coscorrón gracias a la inestimable ayuda de unos turistas ingleses que andaban por la península jugando al golf y tomando ginebras y que sin saber como habían pasado de la discoteca a esta España invernal y austera. Pasado el cabreo del amigo, debatimos sobre que hacer, se abre un amplio decálogo sobre el montañismo, las grandes gestas, lo incómodo de la meteo pero no llegamos a un acuerdo hasta que el benjamín del grupo pone algo de cordura entre tanta insensatez. ¿Que sentido tiene andar por allá arriba con vientos de 80km /h, visibilidad cero y temperaturas de -8 con sensación térmica de -35º? ¡Y algún insensato todavía dice que la juventud española anda perdida, y sin valores! . La idea de sustituir crampones por pies de gato ,porque seguro que al otro lado de la cordillera reina el sol y las altas temperatura,.....no cala. Y como los madriles tienen ganas de amortizar el madrugón, el combustible y el enano mini no se les ocurre otra cosa que proponer algo como menear el esqueleto para decirles luego a las partientas, que nuestra ausencia de casa ha merecido la pena. Así que de esta guisa nos vemos dando una vuelta hasta la laguna de Peñalara, y refugio de Zabala donde nos encontramos un jóven recién levantado con la cara hinchada y ensangrentada quien nos intenta convencer de que su aspecto se debe a la leche que se ha cascado la noche anterior contra el hielo y en plena noche mientras intentaban alcanzar el edificio......(como si fuéramos ímbeciles de creernos semejante patraña y más viendo ,con dificultad por la humareda del "tabaco, " amotinadas varias botellas de alcohol vacias en las ventanas del refugio). Así que tras meternos pa el body un sopón de tres pares de narices y una pulguita de peti de fua continúamos la marcha entre resbalón, rafagazo de viento y alguna que otra leche hasta el Ibon, el de Lali y Enrique, donde por fin, empezamos a disfrutar del domingo. Continuará.....
