CRONICA DE LA ESCALADA A IRU HERREGEEN MAHAIA
Lo habitual en esta época del año es visitar la sierra de Gredos antes que la larga capa blanca ocupe su territorio pero este año íbamos a romper la tradición para sustituirlo por una salida relámpago a Navarra. Cuando nuestro proyecto "15 Cumbres" cumple ya 2/3 de las cimas de la península decidíamos visitar el valle de Anso , las primeras nieves ya han caído sobre la cordillera y el pirineo resurge espléndido. .
Esta vez nos juntábamos, ahora si, en un sólo coche, Marta,Laury,Javier y Miki para emprender viaje a tierras de Aragón. Para nuestra sorpresa apenas dos bares permanecían abiertos en la bellísima localidad de Ansó y ninguno de los dos andaban con ganas de encender la sartén. Como quiera que el refugio de Linza, donde pernoctaríamos, cumple un rigoroso horario más francés que español tocaba improvisar unos sandwich para meternos algunas calorias antes de emprender partida a este nada desdeñable cumbre, vértice de Aragón, Navarra y Bearn donde hace años sus tres monarcas convocados en reunión decidían repartirse esa parte del pirineo.
Sin demasiadas prisas arrancamos del Refugio de Linza situado a 1450m de altitud a las 9.00
No sabemos si los años no pasan en balde y sencillamente es cuestión de mala suerte, lo cierto es que los veteranos ya andaban con problemillas en las primeras pendientes, Miki con una molesta lesión en el tendón de aquiles y Javier con una cuerpo flojo aquejado toda la semana de un fuerte resfriado. A pesar de los imponderables alcanzamos el maravilloso collado de Linza en apenas 1 hora de agradable subida cuando las primera nieves del año van adornando las majetuosas montañas del valle, Petrechema, Sobarcal, Acherito, Exkaurre o La Mesa entre otras.
En ese momento la temperatura es fría que unido a las fuertes ráfagas de viento nos obligan continuar presto, perdemos más de 100m de cota y a una altitud de 2000m empiezan los primeros neveros de nieve dura. Continuamos la marcheta aún sin forzar el uso de crampones ni imaginar que las cosas no serían tan sencillas. Con exceso de confianza en la firmeza de la nieve Miki camina por una zona inclinada cuando la huella cede , la pierna se tuerce de forma antinatural y el gemelo derecho sufre un dolorísimo desgarro. La voluntad por subir las montañas es el combustible que nos hace superar las dificultades y el dolor físico pues sino sería difícil de explicar como en ese momento no decidí darme la vuelta, el caso es que 30 minutos después nos hallamos en el collado final a 150m de la cumbre.
Lo habitual en esta época del año es visitar la sierra de Gredos antes que la larga capa blanca ocupe su territorio pero este año íbamos a romper la tradición para sustituirlo por una salida relámpago a Navarra. Cuando nuestro proyecto "15 Cumbres" cumple ya 2/3 de las cimas de la península decidíamos visitar el valle de Anso , las primeras nieves ya han caído sobre la cordillera y el pirineo resurge espléndido. .
Esta vez nos juntábamos, ahora si, en un sólo coche, Marta,Laury,Javier y Miki para emprender viaje a tierras de Aragón. Para nuestra sorpresa apenas dos bares permanecían abiertos en la bellísima localidad de Ansó y ninguno de los dos andaban con ganas de encender la sartén. Como quiera que el refugio de Linza, donde pernoctaríamos, cumple un rigoroso horario más francés que español tocaba improvisar unos sandwich para meternos algunas calorias antes de emprender partida a este nada desdeñable cumbre, vértice de Aragón, Navarra y Bearn donde hace años sus tres monarcas convocados en reunión decidían repartirse esa parte del pirineo.
Sin demasiadas prisas arrancamos del Refugio de Linza situado a 1450m de altitud a las 9.00
En ese momento la temperatura es fría que unido a las fuertes ráfagas de viento nos obligan continuar presto, perdemos más de 100m de cota y a una altitud de 2000m empiezan los primeros neveros de nieve dura. Continuamos la marcheta aún sin forzar el uso de crampones ni imaginar que las cosas no serían tan sencillas. Con exceso de confianza en la firmeza de la nieve Miki camina por una zona inclinada cuando la huella cede , la pierna se tuerce de forma antinatural y el gemelo derecho sufre un dolorísimo desgarro. La voluntad por subir las montañas es el combustible que nos hace superar las dificultades y el dolor físico pues sino sería difícil de explicar como en ese momento no decidí darme la vuelta, el caso es que 30 minutos después nos hallamos en el collado final a 150m de la cumbre.
Javier también supera su calvario que no es otro que una importante pájara consecuencia de días de antibióticos que le han dejado el cuerpo maltrecho pero no el expíritu y ambos ganan altura con más pena que gloria y empujados por las palabras de ánimo y apoyo de Laury y Marta que en unos instantes será la primera vez que se calce unos crampones, mal sitio para tan importante momento en la vida de una alpinista.
Al llegar al collado apreciamos que la subida invernal se adentra en una arista que presenta hielo y verticalidad aparte de abismo a ambos lados, de hecho más de un montañero de los que nos preceden se dan la vuelta y es que la cosa no está para tonterías.
Alcanzamos la cima de este fantástico balcón desde el que apreciamos la montañas más occidentales del pirineo en el que soñamos que en los próximos meses no pararemos de visitar.
Pero aún queda la bajada siempre más peligrosa y no podemos relajarnos ni un segundo. Vamos a hacer uso en algunos pasos expuestos del cordino que para eso hemos traído hasta aquí y también echar una mano a algunos compañeros de cumbre, se trata de evitar riesgos innecesarios.
superadas la dificultades ya sólo queda un largo y en algún caso insufrible descenso amenizado de vez en cuando por los paisajes aquejados de los últimos rayos de sol. finalmente la actividad se ha alargado unas 9 horas y es que el pirineo en invierno sufre una metamorfosis que complica la cosa y multiplica su belleza.
