En la salida de septiembre de pasado año quedó pendiente
subir la Peña Vieja cumbre más alta de Cantabria. Era necesario quitarse la
espina y se está convirtiendo en tradición visitar los picos pasado el verano,
así que la salida de Samburiel estaba clara.
Este año repetimos la visita con un concepto algo diferente,
subiremos desde Fuente De y bajaremos en el día sin pasar noche en el refugio.
Para compensar esos momentos mágicos que se viven en esos refugios situados en
lugares impresionantes decidimos bajar la cuesta desde el cable por la senda de
los Hacheros, después de horas de actividad sabemos que nos va a coger cansados
pero la majestuosidad del descenso merecerá la pena.
En el grupo aparecen caras nuevas. Marta, me quedó mal sabor
de boca cuando tuve que recomendarle no meterse en Telera allá por marzo,
sabiendo de su capacidad física y valor no me parecía responsable que lo
hiciera sin la experiencia previa en ese tipo de escalada de tanto compromiso y
dificultad pero su predisposición a esta
salida la recibí con enorme satisfacción. Y por supuesto nuestro compadre Manu
que siendo baja a última hora el año
pasado volvía al lugar que más le gusta muchos años después. Y los demás
..conocidos y habituales los Alfonso, Javier, Laury y quien escribe.
No nos van a dar premio a la ecología pues siendo 6 nos
desplazamos en 4 coches por motivos varios y a pesar de intentar rizar el rizo
de lo imposible los muchos planes de salidas y vueltas, el uso de algunos
coches como apartamento y demás hacía que para las 22.00 apareciéramos Manuel y
yo con el cuarto de los vehículos tras
viaje trepidante obligados por la tardía salida desde Madrid, se trataba de
cenar todos juntos, conocerse los que no se conocen, y planificar el día
siguiente.
A esa hora nos esperaban el resto del grupo y disfrutábamos
de una suculenta cena no demasiado apropiada para el posterior esfuerzo pero
agradable especialmente por la compañía y el buen ambiente reinante. Algunos
dormían en Espinama y el resto a pie de teleférico para estar con tiempo
suficiente y evitar colas. Cantur es una empresa pública que pertenece a la
comunidad de Revilla, me imagino comités de empresa y reclamaciones laborales
del funcionariado, lo cierto es que el primer teleférico sale a las 10h
excesivo para empezar una jornada en la montaña donde los alpinistas madrugan
como nadie. Como datos decir que en los Alpes, Centroeuropa, los teleféricos, trenes y demás medios que te
acercan a la alta montaña despiertan a las 7.00. Hasta la cafetería estaba
cerrada a esa hora por lo que la facturación de ese negocio se reduce de forma considerable. Lo cierto es
que una hora antes ocupábamos casi los primeros lugares de la fila y para las
10.15 tras superar el aparato volador esos 700m de desnivel en 5 minutos emprendíamos
la marcheta desde “El Cable” y con un tiempo excepcional.
En apenas 1h y tras recrearnos en la cara sur de Peña Vieja
intentando identificar con nuestros libros de “Ascensiones del Macizo Central”
cada una de las vías que surcan la pared alcanzamos el desvío a la Canalona ,corredor
de unos 200m de desnivel, que superamos
alucinando con las vistas de las agujas de la Canalona y Bustamante. Llegados
al collado aparece la cara oeste de Peña Vieja que personalmente me sorprende
pues habiéndola escalado en el año 1994 tenía el recuerdo de ser más tendida,
sin ser difícil se muestra muy inclinada aunque las impresiones verticales de
las montañas se agudizan cuando estas se divisan de frente.
La irrupción en la cumbre de 2670m es emocionante, culmina
una etapa del proyecto de las “15 cumbres” la de la cornisa cantábrica y como
decía Javier la montaña no sólo es ascender por fuertes pendientes y alcanzar
los puntos más altos donde la tierra acaricia el cielo azul, la montaña es el
disfrute de los paisajes, la fauna y la flora, la sensación de libertad, los
vientos que cortan la cara, el sol que dora la piel pero sobre todo la compañía
de los amigos. Esta es la primera de las 3 montañas que queremos subir hoy,
comenzamos la bajada con cuidado pues fácil no deja de tener cierto riesgo.
En
ese momento y por no haber cerrado la funda de la cámara esta se sale de la misma y cae, cae y cae sin que
nadie pueda evitarlo, cuando para sé que
nada se puede hacer, lo de menos es la parte pecuniaria, lo peor la pérdida de
algo más que una máquina, alguien que nos ha acompañado años y años inmortalizando
los mejores momentos de nuestras vidas. Dice Laury con razón que cuando algo no
tiene remedio lo mejor es no pensar en ello pero no es menos cierto que al
menos unos momentos de recuerdo y homenaje te hacen sentir mejor. Quizás lo que
más me duele es no poder hacer más fotos el resto del día por estos parajes
impresionantes que merecen salir guapos. Tras recoger los restos y recuperar la
memoria de la nikon proseguimos la bajada hasta alcanzar de nuevo el camino que
sube a Cabaña Verónica y el collado de Horcados Rojos no sin antes detenernos a
ver como dos cordadas superan los últimos metros de la Aguja de Bustamante.
Renunciamos a alcanzar el refugio por el que ya pasamos el
año pasado y seguimos hasta el collado donde tras descansar unos minutos y
recuperar fuerzas arrancamos con algunas dudas y demasiadas opiniones hacia el
Tesorero, pirámide perfecta, vértice de Cantabria, Asturias y Castilla mirador
de la planicie palentina y de la costa asturiana, dicen que en días sin brumas
desde el Tesorero se aprecia la costa londinense, nosotros al menos en un día
perfecto y llevando los prismáticos no podemos constatar semejante exageración.
Tras complicarnos la vida buscando emociones fuertes
alcanzamos la cumbre del picacho. De frente vemos perfecta la brecha por la que
hace un año subimos para coronar el Llambrión y al norte asoma la impresionante
pared del Cerredo cuando empezamos a soñar en otras ascensiones, quizás de
mayor dificultad…….¿ qué tal esa arista Cerredo-Cabrones para la primavera?.
En la bajada comienzo a tener a escondidas una muy mala
sensación, impactado aún por la imagen de la cámara cayendo metros y metros
hasta el abismo dudo en cada paso, la sensación de inseguridad en un terreno
muy sencillo es total y pienso hasta que punto en un deporte como este la
cabeza es tan importante. De nuevo en los Horcados Rojos decidimos completar el
plan aunque las piernas ya empiezan a quejarse y subir los 160m que nos separa
de la cima a la que llegamos en apenas 20m sin problemas, vemos lo que hemos
hecho y volvemos a disfrutar de los picos de Europa no es para menos pues el
día es excepcional.
Cuando la cabeza se va haciendo a la idea que tendremos que
llegar al Cable y bajar por la senda de los Hacheros aparecen dos corredores de
montaña, fácilmente reconocibles por el
uniforme que usan estos deportistas, que
han confundido esta cima con el Tesorero y son quienes nos comentan que al día
siguiente la carretera del desfiladero de la Hermida se va a cerrar por una
carrera por lo que nuestra intención de hacer la ferrata se puede complicar. Emprendemos
la pesada bajada por larga y por las mucha piedras que afloran en el camino y que
en mi caso , que he olvidado una de las botas de treking en casa y llevo toda la
jornada con unas zapatillas de correr en asfalto , el dolor de pies empieza a
ser insoportable constatando pues que en este tipo de terreno unas botas y no
otro calzado es el ideal para caminar. Ya en el cable la cola de gente que
quiere bajar es brutal, espero que los de Cantur no les cierren con la puerta
en las narices a los que ya han pagado la vuelta por aquello de superar la
jornada laboral y tras dubitativo debate sobre donde empieza la andadura nos,
literalmente, tiramos para abajo por un sendero imposible, de verticalidad
indecente y precipicios inapropiados. Y de esta guisa bajamos y bajamos con sumo
cuidado intentando adivinar por donde continuará la senda en el siguiente
tramo.
Este camino fue construido por los trabajadores de la construcción del
Cable, cada día subían las fuertes pendientes y podemos apreciar en alguna zona
unas ruinas de piedras donde a veces, obligados por el mal tiempo, esta gente
pasaba la noche.
A las 20.00 tras 3600m de desnivel, 9h30m de excursión y 23km llegamos a Fuente De, nos tomamos unas
cervezas en el camping a la que reservamos para esta noche y con prisas para no
quedarnos fuera ya que bajan la barrera a las 23.00 nos duchamos y nos vamos a
cenar cuando empezamos a hacer resumen de la jornada y planificar la siguiente.
Ha sido un día de una dureza extrema donde Marta nos ha sorprendido
por su enorme capacidad física y
mental y porque no decirlo el resto del
grupo ya que no siendo gente que estemos todo el día corriendo ni cuidándonos para
la competición está claro que todos estamos ya curtidos en mil batallas. Pero
todavía 4 de nosotros Marta, Laury, Javi y Miki mañana se levantarán temprano
para hacer la ferrata de La Hermida de 600m de desnivel donde no se para de
subir escalones y hierros.
Tras despedirnos de los amigos que andan con prisas de
volver a Madrid emprendemos marcha y nos encontramos con la furgo de la
benemérita que interrumpe nuestro transitar a La Hermida, efectivamente la
carrera viene desde Panes y no va a ser posible pasar hasta las 12.00 por lo
que volvemos a Potes a hacer algo de turismo y avisar a las familias que el
domingo demorará más de lo previsto. Bien pertrechados de arneses, cascos y
disipadores emprendemos la marcha y pasamos por la puerta de la oficina de
información en donde cometemos el error de no pedir un mapa en el que viene
bien claro por donde va la senda de vuelta a la Hermida una vez acabada la
ferrata. Ese plano es el que el año pasado nos sirvió a Miki Jr y a mi a
encontrar esta senda aunque no es menos verdad que este año la misma se
encontraba más escondida por la vegetación lo que dificultó, como veremos más
adelante, la cuestión. Hasta los primeros pasos de escalada se toma un caminito
difuso en el que también nos equivocamos unos minutos, de inclinación sería
cuando aparecen los primeros resaltes verticales, de ahora en adelante se
intercalan estos pasos a veces extraplomados pero no muy complicados con otros
de senda más o menos expuesta. En media hora hemos subido 300m y en menos de
una hora alcanzamos el desvio al puente tibetano pero nosotros preferimos
continuar hasta arriba donde llegamos al cabo de unas 2h. Y es aquí acabada la
ferrata donde hay que buscar una enorme cueva que indica el principio de la
senda de vuelta pero la memoria me falla y nos hemos confiado no haciéndonos
con el mapa en cuestión. Así que continuamos subiendo excesivamente hasta casi
los 800m de desnivel desde la partida, creo alcanzar lo que parece un mísero
sendero sin duda no el del año pasado pero en menos de 300m desaparece e
intento bajar por pendientes vírgenes plagadas de vegetación y ortigas cuando
mis amigos me gritan sobre la no conveniencia de hacerlo. Finalmente retroceden
en sus pasos, les pierdo de vista y durante 15 minutos me encuentro perdido pero finalmente a base de gritar y gritar nos vemos, . les alcanzo más tarde delante mismo de la cueva donde
apreciamos unos hitos que sin duda indican el camino pero no acabamos de ver el
mismo así que nos agarramos a ese dicho que “más vale lo malo conocido..” y
tomamos la decisión de bajar por la ferrata lo cual apetece poco a estas
alturas de partido pensando en los 600m de caída y los más de miles de escalones que
tendremos que destrepar.
Para las 18.00 legamos agotados a la base de la pared, ha
sido un fin de semana fantástico de montañas, experiencias y amistad…….ya sólo
queda despedirse de Javier que liberado de obligaciones laborales de otros
pasará noche en un buen alojamiento rural mientras Laury, Marta y Miki
emprenderán viaje a casa.
Fotos de la salida en multimedia
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